La reciente entrada en vigor de los cambios a la norma NOM-051 sobre el etiquetado en alimentos y bebidas es un claro ejemplo de cómo llevar las mejores prácticas en la administración del ciclo de productos (o PLM por sus siglas en inglés: Product Lifecycle Management) puede ser clave para morir o renacer si tienes una empresa con participación en esta industria.

La defensa de este nuevo etiquetado argumenta que antes era muy complicado, para el consumidor promedio, tomar en cuenta las afectaciones a su salud y nutrición cuando compraba alimentos empaquetados. Diferentes organizaciones del sector público y privado, apoyados en la COFEPRIS,  están convencidos que esto representa un avance que permite a los mexicanos identificar los productos con alto contenido calórico, azúcar y sodio para que tomen una decisión informada y consciente de los riesgos a los hábitos alimenticios en el momento de hacer su compra.

Cuando produces salsas, dulces mexicanos o snacks saludables, jugos y refrescos o repostería, formas parte de una industria que actualmente se encuentra muy regulada a nivel mundial. En cada país o mercado internacional se cuentan con normas y regulaciones que indican qué productos pueden venderse y cuáles no cumplen con su regulación. Por ejemplo, para exportar e introducir tu nueva receta de tamales al mercado de los Estados Unidos, tendrás que pasar por todo un proceso de lo que allá llaman regulatory compliance, que significa que tus productos deberán cumplir con cada una de las normas federales y estatales para su distribución en ese país. Desde luego, el no cumplir con las disposiciones oficiales o la aprobación del Food and Drug Administration (FDA) implica multas costosísimas y hasta la cárcel para los responsables. 

Lo que hacen las empresas en el mundo de industrias reguladas como la de Food and Beverage (dentro de los llamados Consumer Packaged Goods o CPG) para asegurarse de que al crecer su participación de mercado o al desarrollar nuevos productos lo hagan de forma acelerada, organizada y eficiente, es seguir las mejores prácticas de PLM.

Esta publicación continúa en Product Lifecycle Management al producir Alimentos y Bebidas para reducir riesgos